jueves, 8 de abril de 2010

Secretos ocultos

Siempre tuve interés en
conocer lo que había en los túneles de Grandville, pero siempre
tuve miedo, los mayores nos asustaban con los fantasmas o monstruos
que allí habitaban. Nunca llegamos más allá de donde la luz del
sol daba. Pero la curiosidad era más fuerte.
Grandville es un pequeño
pueblo costero refugio de piratas, corsarios y demás maleantes, que
era conocido por todos por sus maravillosos túneles; era todo un
laberinto de la tierra hecho por y para los piratas. Con los años se
fueron olvidando de que aquello existía, pero siempre hubo quien se
adentraba en ellos y alguno que otro sacó algún tesoro, monedas de
oro sobre todo. Con el tiempo llegó a ser una fantasía que más de
uno quiso hacer realidad.
Un día James vino
corriendo bastante nervioso y agitado. Nos reunió a todos y nos
contó que había escuchado a sus abuelos hablar en voz baja que en
los túneles había algo extraño de noche se veían destellos de
luces.
Todos escuchamos
atentamente a James. Entonces Alíce dijo: - ¿Por qué no vamos esta
noche?
Y yo le conteste :
    - No, de noche no
    James replicó: - ¿Por qué no Anna?
    - Porque sería demasiada oscuridad, ¿no creéis?.
    - ¿Y si hay un tesoro escondido y por eso las luces que se ven ? - dijo Alice.
    Margaret contestó: -¿Y si hay alguien enterrado?
    - ¡No seas macabra! - le contesté.
Los demás empezaron a
ponerse nerviosos nada más pensar que fuera en realidad que
estuvieran buscando un tesoro y ya se veían participes de ello si
eramos nosotros quien lo encontráramos. Cada vez se ponían mas
alegres. Yo seguía teniendo miedo pero callaba y escuchaba los
comentarios de cada uno. Unos decían de ir esa misma noche y otros
comentaban de prepararlo todo bien e ir al día siguiente. Yo no dije
nada, solo asentía con la cabeza .
Preparamos mochila,
linterna y al anochecer, como cualquier viernes, quedamos para salir
y no levantar sospechas en los padres. Cuando todos habíamos llegado
al centro de reunión, tomamos el camino al acantilado que era donde
había una de las entradas a los túneles, la más escondida, para
evitar que nos vieran. Una vez ya adentrados en el laberinto, cada
vez mas oscuro, yo tuve ganas de salir corriendo, pero era mas el
miedo de irme sola que el de seguir con mis amigos y me arme de
valor y callé. Las luces despertaban a los murciélagos que allí
habitaban. A nuestro alrededor todo era recto, hasta que llego una
bifurcación y ya no era un camino eran dos.
-¿Y ahora que hacemos ?
Unos decían que si y los
otros que no. Hubo una pequeña discusión de ir juntos a derecha o
izquierda y votamos. Tomamos la izquierda, que fue la mayoría.
Seguimos, pero cuando anduvimos buen rato, escuchamos voces que
salían del interior del túnel en el que nosotros íbamos y
callamos. Apagamos las luces y seguimos en silencio hasta llegar
cerca de donde las voces se escuchaban y pusimos atención. Parecían
voces de ultratumba sacadas de una película de terror. No nos
imaginábamos personas, gente allí. Nos hacíamos muchas preguntas:
-¿que hacían allí? ¿desde cuando estaban allí?
No sabíamos que hacer,
si avanzar y que nos pillaran o quedarnos donde estábamos. Entonces
decidimos avanzar y que fuera lo que el destino nos tuviera
preparado. Cuando llegamos a lo que parecía una pequeña estancia
¡GUALA! Eran nuestros abuelos.
Ellos fueron para
encontrar un tesoro que apenas sabíamos que existía. Nos quedamos
helados al descubrir que todo era cierto, había un tesoro .
Decidimos buscar el
tesoro antes de que se fueran los abuelos. Pero si seguíamos
llegaríamos hasta ellos y por el otro lado no sabíamos lo que
había.
Estuvimos pensando y
decidimos ir por el otro camino.
Y allí estaba, entre
nuestras manos, grandes monedas de oro, metidas en un cofre. Cogimos
el cofre y lo sacamos hasta la superficie y nos repartimos el botín.
Fin

Hecho por Ana Inma 5ºB

0 comentarios:

 
Plantilla creada por laeulalia basada en la son of moto de blogger.