lunes, 12 de abril de 2010
Timon el perro de Jose.
El perro de Jose se llama Timón.
Timón es pequeño y con pelo largo.
Sus orejas son caídas y suaves.
Es mi perro ,es bueno y me quiere.
Yo me llamo José Antonio y también lo quiero mucho.
JOSE
viernes, 9 de abril de 2010
El astronauta de Canadá
Un hombre que se llamaba Éiden Galván quería llegar a la Luna.
Como todos los días se levantó, desayunó, fue al trabajó pero al pobre le despidieron. Después fue al banco. Cuando llegó a su casa, comió y luego
fué a firmar el paro y a casa de su madre. Una vez que volvió a su casa, se acostó, pero esa noche no sería como las otras.
Cuando se acostó su vista se puso en blanco y se dio cuenta de que... ¡Estaba en el hangar de la N.A.S.A!
Se dijo a si mismo: -¿Qué hago yo aquí?.
De pronto se escucho: - ¡Éiden Galván, vaya al transbordador espacial!.
Éiden entró en el transbordador espacial y dijo el comandante Tailor:
- ¡Hola nováto, en tu viaje irás a la Luna!.
Diez minutos mas tarde salieron y se escuchó un sonido muy fuerte. Era uno de los tres motores.
Al rato, cuando estaban en el espacio tan tranquilos se les apagaron los motores y dijo el comandante: - ¡Dile adiós a la Luna!.
Después de lo ocurrido, estaban volando por el espacio y se metieron en el cinturón de Asteroides de Kuiper y ¡chocaron con un asteroide!. Perdieron los dos alerones y el asteroide les conducía a la Tierra a velocidad de vértigo.
Ya estaban en la atmósfera y, cuando iban a chocar contra la Tierra, se le puso la vista en blanco y apareció en su césped, tirado a la bartola como si no hubiese pasado nada.
Dijo: -Voy a mirar el correo!
Cuando miró su buzón había una carta de la N.A.S.A. que ponía que tenía que recoger una medalla y un diploma por su valentía.
Cuando llegó a la N.A.S.A. estaban el comandante Tailor y el director de la N.A.S.A.
Cuando recibió la medalla y el diploma dijo: - Un pequeño paso para la N.A.S.A. y un gran paso para Éiden.
FIN
Hecho por Salvi de 5ºb
Teravitia
Hace ya varios años, en un pueblo llamado Transelver, vivía un chico llamado Charlie. Charlie tenía once años. Era de mediana estatura, de tez pálida, pelo castaño claro y liso. Charlie era listo y muy tímido, pero simpático a la vez. Charlie vivía con su hermana y su padre en una casita a las afueras de Transelver. Su madre murió cuando él solo tenía cinco años en un accidente de coche. En ese momento, Susi, su hermana de seis años estaba muy pequeña.
Charlie no tenía amigos. De hecho se metían con él. Un día una chica de su misma edad se mudó al pueblo. Era una chica de mediana estatura, de tez clara, rubia y con el pelo liso, simpática y atrevida; se llamada Ana. Poco a poco Charlie y Ana se fueron haciendo amigos.
Un día paseando por el bosque se encontraron una casa medio en ruinas encima de un árbol. Poco a poco fueron restaurándola. Se imaginaron que ese era su castillo y el bosque todo su reino, al que bautizaron como Teravitia. Y todos los que lo habitaban eran los teravitianos, todos seres imaginarios. Como el arditor: una mezcla entre la ardilla y el castor, y el conerizo: una mezcla entre el conejo y el erizo.
Un día, Ana se cayó de la casa y sufrió graves heridas. Sus padres le prohibieron verse con Charlie e ir a ese bosque; pero ella se escapaba e iba. Según Ana iba a clases particulares. Un día la siguieron y se dieron cuenta de que iba al bosque. Charlie y Ana les hicieron comprender que eran muy amigos y que no iban a dejar de verse; los padres lo comprendieron y aceptaron.
Los niños de su colegio, al ver que Charlie y Ana se lo pasaban tan bien, decidieron hacerse sus amigos y juntos se lo pasaron mejor.
FIN
Hecho por Esther 5B
Los vampiros
Había una vez un duende, bastante feo y bajito, que vivía debajo de un puente. Su trabajo era asustar a los niños y niñas que pasaban por allí.
Una vez pasaron por allí una niña y su hermano. Cuando apareció el duende les dijo:
- ¿Que haceis aquí?. Este es el puente maldito, el que da miedo.
Cuando los niños vieron quien hablaba le respondieron:
- Nos da igual, somos exploradores y detectives y por eso hemos venido aquí, a ver qué pasa. Oye me suena tu cara.
El duende, que se llamaba Lindy, se quedó un poco pensativo y les dijo que no era posible, porque el no conocía a nadie, solo asustaba a la gente
Los niños empezaron a mirar el puente y a investigar.
Después de una hora y media, Pablo y Sandra desaparecieron sin decir nada.
El duende se preguntó qué pasaba.
A la noche noche apareció Pablo, y le dijo que no dijera nada a nadie, porque si no le podría pasar algo.
Pablo y Sandra eran vampiros y dos de los accidentados que hubo en el puente tres años atrás.
El duende escribió en su diario lo que le había pasado.
Al otro día, estuvo buscando el diario para escribir, pero no lo encontró. ¡Se lo habían robado!.
Por la tarde aparecieron Pablo y Sandra y le chuparon la sangre. El duende, que se llamaba Gabriel, dejó de serlo y se convirtió en vampiro.
A la semana siguiente, Gabriel encontró a un montón de niños leyendo su diario perdido.
Gabriel tuvo que llamar a sus amigos Pablo y Sandra para convertir a los niños en vampiros, ya que no se podían enterar las demás personas.
Olvidaron tirar el diario y cada vez que lo leía alguien lo convertían en vampiro.
La ciudad de Sprinfiel, ya no era de humanos, sino de vampiros.
Y cada vez más y más personas fueron vampiros; ya no solo Sprinfiel sino America, España...
¡Todo el mundo mundial!.
Eran felices a pesar de todo, pero los días de Sol apenas salían porque el Sol se parecía a los diamantes.
FIN
Hecho por: Patricia 5ºB
EL GRAN TESORO
Era un mar muy lejano donde los piratas navegaban.
Los piratas eran malos, asaltaban barcos grandes y pequeños para robar todas las pertenencias de las personas y después los hundían.
Pero lo que buscaban era el gran tesoro. También había otros marineros que querían el tesoro; muchos, muchos, muchos...
Entonces se inicio una guerra y duro por lo menos tres años.
Cuando terminó la guerra todo estaba contaminado de madera, cañones...
Entonces una joven tripulación recogió el mapa y encontró el gran tesoro.
Lo encontraron, fueron felices y comieron perdices.
FIN
SUPER CHU
SUPER-CHU
Había una vez un niño que quería ser un Super-héroe. Le decían Super-Chu porque le gustaban mucho los chupachus.
Todo empezó cuando era pequeño, viendo películas de Super-Man. Quería ser lo mismo que él, ayudar a todas las personas que necesitaban ayuda.
Un día vio un gato encima de las ramas un árbol. El gato estaba maullando como si no se pudiera bajar.
Entonces Super-Chu se quedó pensativo: - ¿Cómo podía ayudar a ese animalito?. Se le ocurrió subirse al árbol para poder bajarlo.
Le costó mucho trabajo, porque donde estaba el gato las ramas eran muy finas y se podían romper. Al final el gato vio que Super-Chu iba con buenas intenciones y se fue acercando poco a poco para que lo cogiera. Super-Chu lo logró y se sintió muy contento. Desde ese dia, el gato, lo acompaña a todos los sitios.
Su padre, le riñó mucho a Super-Chu, porque pasaba mucho tiempo en la calle. El niño le dijo a su padre, que podía haber mucha gente, que necesitaba ayuda y que por eso estaba tanto tiempo en la calle.
El padre no sabía, qué estaba haciendo el niño, y por eso no lo entendía. Hasta que un día, su padre se fue a pescar con él y tuvo la mala suerte de resbalar desde lo alto de una roca.
Super-Chu ni lo pensó; se tiró al agua, a rescatar a su padre, y lo consiguió.
Su padre, no se creía lo que su hijo había hecho por él. Desde ese día entendió por qué su hijo, siempre estaba en la calle: “PARA AYUDAR A LOS DEMAS”.
ROBERTO
FIN
SAN PEDRO
Erase una vez un pueblo situado en un pequeño valle de Los Alpes, entre montaña y montaña. El pueblo se llamaba Atás y en él vivían ochocientas personas escasas.
Un día fueron ochocientas una, porque llegó un italiano llamado Pedro.
Pedro era un hombre listo, fuerte, el color de su pelo era castaño claro, sus ojos eran tan celestes como el cielo que hay en el firmamento y era gracioso, simpático, amable y a su vez tranquilo.
Un día, Pedro fue a saludar a sus nuevos vecinos. Saludó a Elena, Angela, Santi, Paco, Susana, Rita, Noé, Juan, Inés, Jose..., pero saludó a todos menos a Sergio.
Sergio era bajito, un poco gordo, con gafas y calvo; tenía el pelo negro, los ojos verdes y era muy nervioso.
A Sergio le pareció que Pedro era un poco raro por su aspecto y no era el tipo de persona que a él le gustaba.
Al día siguiente, Pedro, fue a tirar la basura y se encontró con Sergio y fue a saludarle. Sergio hizo como que era sordo. Pedro siguió intentándolo, pero Sergio seguía a su rollo.
Un día, a Pedro, se le ocurrió una idea para hacer cambiar de opinión a Sergio. Su idea era... ¡Hacer el albañil siendo él mismo!. Así, Pedro pensó que podía conseguir ser amigo de Sergio.
Pedro cogió su traje y se puso manos a la obra. Entró en la casa de Sergio y actuó por sí mismo. Primero le arregló el cuarto de baño y cuando se disponía a irse Pedro le dijo:
-”Las apariencias engañan”
Y entonces Pedro se quitó el disfraz y Sergio se quedó tan sorprendido como cuando te regalan el regalo que tu quieres.
Hoy en día, esta historia se conoce como “SAN PEDRO”.
FIN
EL PESCADOR
POESIA DE ALEJANDRO
En primavera
por vez primera
se viste el campo
con flores nuevas.
En mi casa
se nota la primavera,
porque las flores
están a mi vera
Con los colores
de primavera,
siempre se alegran
los niños que juegan
Primavera de Salvi
La primavera es
la primera
estación, en la que nadie,
se estresa.
Cuando empieza la
primavera con
el sol recordaré
mi bonito girasol.
En mi casa se nota
la primavera,
porque siempre hay
caracoles a mi vera.
Hecho por Salvi de 5ºb
La Primavera
Es primavera,
la estación
en que los niños juegan.
Con los cantos de los pájaros,
parece todo un gran manto.
En el campo,
siempre se nota la primavera,
LA BELLA PRIMAVERA
Hecho por Marta Jimenez Domímguez de 5ºb